Pero defenzor no vive allá, de hecho muy pocas veces va al año. El vive en Bogotá y allí esta muy tranquilo, la guerra solo se queda en los nefastos noticieros y la realidad, en los comentarios virtuales de webs valientes y de lo poco que se alcanza a enterar en las calles. Pero solo hasta que el conflicto nos toca con su helada mano, lo sentimos.
Nos atrevemos a adaptar una de las canciones de los fabulosos Fabulosos Cadillacs (que por cierto nos visitarán el próximo sábado 28 de Febrero) para el titulo de esta entrada. Los sufragios, las amenazas, la presión de fuerzas armadas por fuera de la ley invaden nuestras mentes y corazones, y aunque no es específicamente para la familia de defenzor, si lo tomamos como propio, el dolor y la zozobra es nuestra.

PD: Esta ultima imagen esta rondando por toda Colombia, cada municipio, pueblo, barrio humilde de este país.