Es
el cumpleaños 37 de defenzor, pero no es el motivo por el cual se escribe una
nueva entrada después de tanto tiempo. En esta ocasión queremos informar que a
las 3 PM José se despidió de defenzorcita y salió de su vida para siempre.
¿Pero
quién es José?
Todo
inició empezando el mes de abril. defenzor robó una idea de Twitter, en la que
se podía ver como interactuaban vecinos de apartamentos a través de carteles
pegados en las ventanas. A partir de esa idea, inició una comunicación con un
pequeño gato de la torre del frente.
Pasaron
dos días y el gato respondió: Me llamo Wally.
Al
quinto día, después de conocer varios detalles de la personalidad de Wally,
apareció un aviso nuevo en el tercer piso, justo arriba de Wally. ¿Como se
llama la niña?
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Respuesta de defenzorcita |
José
se pasó a vivir al conjunto una semana antes del inicio de cuarentena. Su papá venía
con la ilusión de trabajar en Uber y sus hermanas de continuar estudiando en la
universidad. Llegaban de Neiva con muy pocas cosas, el trasteo venia unos días
después. Debido al cierre de fronteras, este nunca llegó.
Para poder descansar en las noches les tocó comprar unos colchones inflables, la
administración les prestó unas sillas y mesas del salón comunal para la sala,
alguien más les prestó unas ollas y como cocinar, empezaron una nueva vida desde
cero en plena cuarentena.
En
2019 defenzorcita se había cuestionado su falta de amigos del barrio, por lo
cual junto a su padre habían desarrollado un par de actividades de integración
en el barrio que dio resultados mediocres con 3 niños de conjuntos cercanos que
conoció, pero no logró afianzar una amistad verdadera.
Sus reuniones por la ventana se hicieron cada
vez más periódicas, los temas que hablaban eran personales y auténticos, con el paso del tiempo se fueron conociendo el uno al otro a través de sus juegos, gritos y risas, sin lugar a duda despertaron la envidia del resto
de adultos que allí estábamos encerrados, sin mayor contacto que el virtual,
fue un aire de frescura presenciar que, a pesar de la distancia, la incertidumbre,
la enfermedad y muertes, la posibilidad de interactuar socialmente y con
confianza entre seres humanos es posible e inquebrantable.
Luego siguió el paso a la virtualidad y finalmente, se atrevieron a salir a la calle a jugar, correr, mojarse e intentar ser niños normales a pesar de todo lo que sucediera a su alrededor.
Una tarde en medio de un juego en el parque José le dijo a defenzor en secreto que en unos días se iban de la ciudad, la situación no daba para que su familia pudiera aguantar más, se lo iba a contar a defenzorcita.
Adiós José, gracias por tanto, te extrañaremos.