El 31 de enero defenzor terminó su toxica relación laboral de 5 años.
Un movimiento sorpresivo, ya que, en plena pandemia, el concepto general es: “debes cuida tu trabajo”. Sin embargo, en este último tiempo la relación fue en decadencia constante; la confianza se perdió, la comunicación era nula y especialmente, el agotamiento de defenzor a soportar ciertos comportamientos con terceros, terminaron llevándolo al límite de dar un paso al costado.
Lo más
difícil de las relaciones toxicas, es tomar la decisión de salir en el momento
adecuado, poder superar todas las inseguridades y miedos, y ser lo
suficientemente fuerte para no recaer. Bueno, y por supuesto el apoyo de los
seres cercanos.
Ese momento
llegó justo cuando defenzor estaba aislado por estar contagiado del MALDITO
VIRUS, en medio de esa angustia de poder enfermar y poder haber contagiado a
defenzorcita, thelittlenorweiganjanemetal y a Jane. Se vio obligado a pasar la
carta de renuncia y oficialmente decidir irse. Encontró que era lo
suficientemente fuerte y sin dudarlo lo hizo.
Luego
vinieron 3 meses de cierre, de cicatrización, de respirar profundo y aspirar a
algo mejor, de sentir pena por aquellas personas que seguirían allí. El tiempo
pasó rápido, la última semana aún más, cerró todo lo que pudo y se despidió a
medias. Esta vez no dejó cartas con la letra de “Vidas Silenciosas”, fue paradójico.
El lunes siguiente, defenzor se despertó tranquilo, sin angustia, libre. Se sentó a tomarse un café escuchando el vinilo del disco de System of a Down que recibió en navidad, a disfrutar y pensar en lo que se viene en sus vacaciones indefinidas con la mejor actitud posible.
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Acá están las Vacaciones Indefinidas |
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