jueves, marzo 06, 2014

Momentos

Adaptación de carta escrita por defenzor a sus amigos Zombie y Chavo:

Desde que nació la niña, defenzor tenía claro que debía ser una de sus manos, y aunque no lo visualizaba, más o menos tenía la idea. Ustedes bien saben, durante todos estos meses en diferentes ocasiones intentó tomar una huella de alguna de sus manos con relativo existo. Esa noche en la que Zombie en su sala, le tomó la huella fue quizás la primera vez que vio un bosquejo del resultado final.

Ustedes trabajaron juntos sacando la foto y trabajándola en el software de diseño dando como resultado dos opciones, una negra y otra de escala de grises. defenzor imprimió las imágenes y tomó la primera decisión, la negra no iba; le recordaba el logo de Mano Negra, así que la descartó. Sin embargo, había un problema fundamental, el tamaño de la imagen dependía de la impresión, y acá va la primera confesión del escritor de este blog: "Me quedo grande imprimir las imágenes en tamaño real"

Ya desesperado se la jugó por buscar una solución directamente con el operador, por lo cual decidió ir al lugar donde Jonas lo había recomendado. Fueron los 3, Abigaíl, Jane  y defenzor. Le presentaron a Nicolás, le explicó lo que quería y su problema, el hombre salió con una frase que no se esperaba y que entendió con los días: “Me gusta la expresión de esta imagen.” Nicolás estaba mirando la imagen original, la que sacó Zombie ese día, la única que cumplía con el único requisito que defenzor tenía claro, el tamaño real. La midió en su brazo en el sentido de arriba hacia abajo (primer cambio de percepción ya que siempre lo había imaginado de lado) y quedo perfecto, tamaño real en brazo flaco. De una descartó las dos imágenes impresas, planearon la cita para la próxima semana y defenzor abandonó el local bastante confundido para la casa, solamente con el consuelo de tener 7 días para sacar una nueva imagen, algo mejor a la anterior.

Pasaron los 7 días y no pasó nada, (como todo últimamente en su vida) no hizo nada. Llegó el día y por estar en el odontólogo arreglándose una muela que se le cayó, casi no llega.


Mientras se quitaba la camisa para dejar al aire el brazo, entendió que no tenía claro como quería la cosa, no visualizaba la mano, ni negra, ni gris, ni la original. La confusión y ansiedad era total. Nicolás realizó el bosquejo y lo calcó sobre su brazo dejando unas líneas moradas. La sorpresa que se llevó al ver el círculo debajo de la mano. Nicolás le preguntó si así estaba bien ubicado, dijo que sí, sin pensarlo (de hecho tampoco lo había pensado jamás, si más arriba o más abajo), solo trataba de entender que estaba pensando. Le preguntó por el círculo, defenzor solo había pensado en la mano. Nicolás le repitió lo de la expresión de la huella, que el tal circulo no era más que su bracito gordito, algo que jamás le dijo y el entendió por sí solo. Finalmente le repitió algo que ya le había dicho y que le hizo entender algunas cosas de la cultura del tatuaje; esta huella en el papel es original, no es una huella cualquiera, es la de tu hija en ese momento específico. Segunda confesión: lo convenció así de fácil.
 


Resulta que el tatuador, en este caso Nicolás, es un artista, no un copiador (así en algunas ocasiones le pueda tocar por trabajo). Había estudiado diseño gráfico y trabajado como fotógrafo en una agencia, hace 3 años ya vivía de tatuar. defenzor entendió por fin que la imagen expresaba algo, seguramente ustedes con su formación académica (parecida a la de Nicolás) si la entienden desde el principio, pero para él generaba mucha confusión, hoy la comparte y le gusta porque es el resultado de ese momento de la vida de su niña, de ese proceder manual de Zombie (durante su visita a Colombia) y Jane tomando de la mano a la pequeña Abigaíl y poniéndola en una hoja reciclada, un momento inolvidable, expresa eso para él, y le gusta. Nicolás lo hizo muy bien y defenzor he recibido dos felicitaciones espontaneas de desconocidos por el resultado final, a su hija no le importó.

“Entiendo que crean que es un pajazo mental lo que acabo de escribir, simplemente me deje convencer y ya, pero ahora quiero creer que es la participación de ustedes como mis amigos en ese momento de la vida de mi hija, un registro eterno de ese momento, de esa noche en la sala de su casa,¡una noche feliz!”