365 Días, Mas el Tiempo de Adición

Por: Diego Pinilla *

Atravesando un día cualquiera la ciudad de Bogotá, enfrascado dentro de un bus de servicio público y con la posibilidad de conseguir una silla para contemplar el sol de las tres de la tarde que se colaba por la ventana del caduco automotor, digno de convertirse en una chiva rumbera. De repente algo logró captar mi atención y miles de recuerdos pasaron por mi mente, como una especie de flash neurológico, que de inmediato me puso a pensar que cada ciudad tiene el suyo, algunos mas grandes que otros, algunos ubicados en las afueras, otros inmersos dentro de las grandes urbes, unos excelentes, otros no tanto, tienen nombres excéntricos, otros de algún dirigente, pero todos de una u otro forma cumplen la misma función.

Pensará usted amigo lector que por los antecedentes de este blog, por la vida de defenzor y por mi propia vida, le estaré hablando del Estadio El Campín, el Monumental de Nuñez, o el Morumbí., Pero no, en realidad estaba pensando en aquel día sobre las historias que guarda el PMSB (Parque Metropolitano Simón Bolívar).

Conocido popularmente como el “Simoncho”, este gran parque de 113 hectáreas ha sido por muchos años eje fundamental de la vida de todos nosotros. Ubicado estratégicamente a escasos 300 mts de la casa de defenzor, es el sitio de reunión principal para realizar un montón de actividades en la que hemos estado involucrados: desde el Festival Rock al Parque, pasando por la fotografía del anuario 2000, Festival de Verano, la mazorca asada y el popular “picado de fútbol” organizado por el anfitrión de este blog, quien en sus 24 años de vida realiza (¿realizaba?) grandes convocatorias en las que se juntaban viejos amigos para “Chutar la pecosa”, “devolverla por el hueco”, “Hacer famoso” o “ponerla en el dije” a quien se pusiera de cortos para desafiar el sol sabanero y ganarse una quemada en la cara, brazos y cuello, por varios dias.

Quien no recuerda esos partidos donde “La Puya” desafiaba todas las leyes de la física y la técnica para errar goles increíbles, o tal vez al padre de defenzor mostrando un gran estado físico, mejor cualquiera de los borrachines que llegaba enguayabado al encuentro (mas de una vez me pasó), o quizas ver al “Mono” eludir 3 o 4 rivales y anotar con una frialdad digna de sacarlo en youtube. A quien se le olvida un “bartolazo” de Mario, un patadon de Checho, una pose del “Chavo”, una salida alocada del “Primo”, un taquito cantado de “ñoño”, una carga “licita” de Pini grande, o defenzor organizando una defensa en línea que nunca existió….

Ya ha pasado un año desde que defenzor tuvo la brillante, aunque quijotesca idea, de escribir las incidencias de su vida en un blog, que poco a poco se ha convertido en una novela digna de leer, que ha logrado cautivar a conocidos, espontáneos, aparecidos y uno que otro extranjero, con sus divertidas ocurrencias.

Gracias por las historias y la irreverencia, deseamos muchos éxitos a defenzor en este blog, que por fin se haya concretado una de sus cuantas ideas, y eso si esperamos que la tesis de grado sea la otra mitad de la gloria!

Me disculpa el que se me haya escapado y no lo nombré, pero les juro que en otro ocasión los tendré mas en cuenta, solo que por ahora el tiempo ha finalizado y este espacio no es un panfleto de MIRA o una editorial del Espacio.


* Hincha a morir de Millonarios -Próximamente profesional desempleado -Seguidor incondicional de este Blog y amigo de defenzor desde 1992.

PD1: Fotografia de www.bogota.gov.co/visitandobogota

PD2: Fotografia tomada en Julio del 2003.

PD3: Fotografia tomada en Febrero del 2005.